El desempleo juvenil triplica al de los adultos. De hecho, de acuerdo con la OIT, alrededor de un 21,8 % de jóvenes no tienen empleo, ni están recibiendo formación o educación. Actualmente, en el mundo hay más de 64 millones de jóvenes desempleados y 145 millones de trabajadores jóvenes que viven en la pobreza.
Teniendo en cuenta estas tendencias, en 2018, CICOPA, la Organización Internacional de Cooperativas en la Industria y los Servicios, redactó un informe para evaluar el estado actual del emprendimiento cooperativo juvenil.
Este Estudio Global sobre el Emprendimiento Cooperativo Juvenil forma parte de la campaña de CICOPA para impulsar a los jóvenes a crear cooperativas, bajo el lema: «We own it! El futuro del trabajo es nuestro».
En el estudio, basado en un arduo trabajo de investigación y una encuesta en línea en la que participaron 64 cooperativas de jóvenes de los cinco continentes, se muestra cómo los jóvenes pueden utilizar los modelos cooperativos para mejorar sus condiciones de trabajo y de emprendimiento.
Las cooperativas que participaron en el estudio eran empresas principalmente activas en el sector servicios, involucradas en actividades que requieren un determinado nivel de formación, unos conocimientos especializados y unas habilidades específicas.
Algunos participantes del estudio indicaron que habían escogido las empresas cooperativas porque se corresponden con sus valores, pero también por motivos pragmáticos. Los participantes explicaron que buscaban una experiencia laboral significativa y que tenían aspiraciones relacionadas con los valores cooperativos pero, a su vez, buscaban un trabajo estable, oportunidades de evolución y protección laboral.
Por otro lado, en el informe también se advierte de que las empresas cooperativas no deben verse como la panacea universal. Aunque el movimiento cooperativo se centra en la búsqueda de respuestas a las necesidades, las cooperativas solo pueden desarrollar su máximo potencial en un ambiente institucional favorable.
Para profundizar en este asunto, en 2019, la Confederación Europea de Cooperativas de la Industria y los Servicios (CECOP), llevó a cabo otro informe que se centró en las contribuciones de las cooperativas respecto a asuntos relacionados con el empleo no estandarizado, como la precariedad, los ingresos bajos, una cobertura de seguridad social insuficiente o el aislamiento de los trabajadores.
En este informe europeo se incluían estudios de caso de distintos países, como Bélgica, Finlandia, Francia o España, en los que las cooperativas están luchando por conseguir trabajos dignos. Tras observar los retos a los que se enfrentan los trabajadores autónomos e independientes, el estudio incluye ejemplos que muestran cómo dirigirse hacia un mejor futuro del trabajo en Europa, en estrecha colaboración con los sindicatos, las autoridades públicas y otros actores.
La CECOP ha solicitado a los estados miembros que adopten los marcos legislativos adecuados para las cooperativas de trabajo y que creen un estado de miembro trabajador basado en los estándares de los empleos más habituales. Asimismo, la CECOP indicó que los trabajadores con empleos atípicos deberían tener acceso a una protección social adecuada, independientemente del tipo de trabajo t de la duración de su relación laboral. Por su parte, las personas con un empleo por cuenta propia económicamente dependientes también deberían considerarse empleadas.
Como puede verse en estos informes, las respuestas de las cooperativas a los empleos atípicos permiten al movimiento cooperativo adaptarse al futuro del trabajo, en el que la flexibilidad y la digitalización están al servicio de las personas, en lugar de destruir su protección y sus derechos como trabajadores. Sin embargo, estas soluciones no deben eximir a los gobiernos nacionales de sus responsabilidades de buscar soluciones institucionales, como la garantía de acceso a una protección social adecuada para todas las personas trabajadoras.