Celebrating the UN International Year
of Cooperatives 2025

Entrevista Dr. Rüdiger Krech

28 Apr 2025

Dr. Rüdiger Krech, natural de Alemania, ha desempeñado diversas funciones en la Organización Mundial de la Salud, la más reciente como director del departamento de Promoción de la Salud en Ginebra desde septiembre de 2019. Dirige el trabajo que realiza la OMS sobre factores de riesgo como el consumo de tabaco y el uso nocivo del alcohol y es responsable de sus esfuerzos por promover la salud y desarrollar programas para fomentar la actividad física. Su equipo también apoya a los Estados miembros en la alfabetización sanitaria, el empoderamiento y la participación comunitaria, la legislación en torno a la salud pública y las medidas fiscales para diseñar sociedades de bienestar. Antes de incorporarse a la OMS, Krech trabajó en la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GiZ), tras ser una de las primeras personas en licenciarse en Salud Pública (MPH) por una universidad alemana en 1991. Se doctoró en salud pública en la Universidad de Bielefeld. 

 

Alianza Cooperativa Internacional (ACI): Háblenos de su trabajo en la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Dr. Rüdiger Krech: Yo soy director de Promoción de la Salud, un departamento que se encarga del control del tabaco, control del alcohol y actividad física. Además, aplicamos el enfoque de los entornos saludables, con el que estudiamos cómo conseguir que las ciudades, las escuelas y los lugares de trabajo sean lugares más sanos. Las cuestiones fiscales y la legislación sanitaria también forman parte de mi departamento, al igual que el área de bienestar de las sociedades, y sé que el movimiento cooperativo puede hacer mucho por la salud de las personas.

ACI: ¿Por qué cree que las cooperativas pueden ayudar?

Dr. Krech: Porque las cooperativas funcionan en numerosas áreas. Por ejemplo, la vivienda cooperativa es un alojamiento asequible y puede diseñarse de una forma saludable que también genere bienestar, por ejemplo, a través de espacios verdes donde sus residentes puedan reunirse y disfrutar de una vida en comunidad. El bienestar consiste en tener un sentimiento de pertenencia y de sentido. Y las cooperativas pueden hacer mucho en los dos ámbitos.

Otro ejemplo sería el sector bancario: no se trata solo de obtener beneficios e inversiones, sino de conseguir que la vida sea más asequible. Si es posible crear un sentimiento de pertenencia común en las cooperativas (que, más tarde, colaboran entre sí), también es posible, si se hace bien, crear más bienestar.

ACI: Creo que eso refleja muy bien la misión de la OMS: «Promover la salud y preservar la seguridad mundial». Las cooperativas vinculan diferentes partes de la vida.

Dr. Krech: Así es. Si las personas están en forma, felices y sanas, es menos probable que necesiten acudir a los servicios sanitarios. La salud se crea en la vida cotidiana (donde vivimos, donde crecemos, donde aprendemos, donde jugamos), y eso también tiene mucho que ver con las cooperativas.

Pongamos como ejemplo a los entornos comunitarios. La forma en que construimos las ciudades puede fomentar la participación y el empoderamiento de la comunidad, o puede conseguir todo lo contrario. Si esto no se tiene en cuenta, se genera mucha soledad. Así que si una cooperativa estudia cómo participar con la comunidad (cómo hacer que la vida comunitaria sea más activa, cómo tomar decisiones en una comunidad, cómo gobernar una comunidad, cómo hacer visibles las opiniones discordantes), crea un sentimiento de pertenencia que a su vez genera salud. Y todavía no he tenido que mencionar las palabras «servicios sanitarios» y «médicos», porque todas estas cosas ocurren fuera del ámbito sanitario. 

Si las cooperativas se toman en serio su misión (ya sea en el campo de la sanidad, la vivienda, la banca, la agricultura, el comercio minorista o cualquier otro sector) pueden crear mucha más salud. Por ejemplo, producir y consumir a nivel local aporta muchos beneficios para la salud. Reduce las emisiones de CO2. Crea un sentimiento de pertenencia, puesto que sé de qué finca procede el producto y puedo ver el trabajo de los agricultores para producir ese alimento y cómo la comunidad lo consume después. 

ACI: ¿Cómo pueden la ACI y sus socios y miembros apoyar la misión de la OMS?

Dr. Krech: El movimiento cooperativo es muy importante para la OMS. No obstante, a veces hay grandes supermercados que, aunque son cooperativas, no se comportan como tales. Hay bancos que, siendo bancos cooperativos, actúan como si fueran bancos de inversión privados. Por eso insto a la comunidad cooperativa a que revise su mandato, su misión, su visión, sus valores y principios, y a que los traslade al mundo actual y futuro de la innovación, los avances tecnológicos y la digitalización.

Actualmente vivimos en burbujas digitales por todo el planeta, pero el movimiento cooperativo ha trabajado muy duro para crear comunidades en los lugares que habitamos de verdad. La capacidad de prosperar juntos y de tener este sentimiento de sentido y pertenencia en nuestras comunidades es un activo que tenemos que poner en primer plano, especialmente en esta era de crisis permanente y desinformación. Si las cooperativas trabajan juntas para revisar nuestro trabajo en agricultura, banca, entornos vitales, servicios sanitarios, seguros, etc., pueden ayudar a construir este sentimiento de pertenencia y responder a estos desafíos tan complejos y abrumadores. Las cooperativas ponen a nuestro alcance soluciones que, por el momento, no utilizamos en su justa medida. Así que nuestra petición es la siguiente: unámonos. Sentémonos a hablar de cómo ofrecer soluciones, soluciones prácticas, en estos momentos tan difíciles. Pero eso también requeriría que el movimiento cooperativo volviera a la misión original por la que nació y se desarrolló.

ACI: Es interesante esto que dice sobre que el modelo cooperativo y la idea de salud y bienestar no consisten únicamente en seguir con vida, sino en vivir, y no solo en ser, sino en pertenecer. El tema del Día Mundial de la Salud de este año (7 de abril de 2025) fue «Comienzos saludables, futuros esperanzadores». ¿Qué espera del futuro?

Dr. Krech: Bueno, en primer lugar, que nos enfrentemos al complejo mundo en el que vivimos, y que lo hagamos con la cabeza fría y el corazón caliente. Nos enfrentamos al populismo y a dictadores que intentan llamar la atención, mientras lo único que desea la mayoría de las personas es seguir con su vida. Nuestra respuesta se basará en la ciencia, en las pruebas, a partir de las cuales elaboraremos recomendaciones y conclusiones políticas. Tenemos una elección: ¿por qué no elegir la opción saludable, la opción del bienestar? ¿Por qué no creamos sociedades basadas en la salud y en el bienestar de las personas? Es una alternativa real y, en un mundo tan convulso, debemos mostrar un camino que también sea factible. 

Otro aspecto positivo es que hoy no solo sabemos «qué» hacer, sino también «cómo» hacerlo, y eso es fantástico. En muchos ámbitos de la vida actual, hemos visto cómo podemos marcar la diferencia, cómo podemos crear entornos saludables en los que la gente se preocupe por los demás y resulte agradable vivir, y en los que disfrutemos de nuestras vidas teniendo en cuenta los límites del planeta para no gastar más recursos de los que nos puede ofrecer. Esta no es una vida triste. Al contrario, es una muy buena vida.

Mi petición al movimiento cooperativo es que sea mucho más comunicativo, que identifique de verdad estas alternativas y las comunique a las personas para que sepan que existen.

ACI: El ODS 3 busca garantizar vidas saludables y promover el bienestar a todas las edades. ¿Cómo ve que las cooperativas sirven a este objetivo?

Dr. Krech: Cada ODS tiene metas muy tangibles y concretas. El ODS 3 tiene ocho metas, entre las que hay varias que me parecen muy relacionadas con el trabajo de las cooperativas. Una de ellas es lograr la cobertura sanitaria universal, de modo que todas las personas que necesiten asistencia la reciban sin pasar apuros económicos. Las cooperativas son de enorme ayuda, porque combinan un modelo de asistencia sanitaria primaria con la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.

Pero en lo que respecta a la asistencia, el 80 % de las enfermedades que se padecen en las comunidades son no transmisibles: afecciones cardiovasculares, cáncer, diabetes, respiratorias, etc. Tenemos que trabajar por la prevención y la detección precoz y derivar los casos a especialistas cuando veamos que una enfermedad está a punto de desarrollarse, para ofrecer una atención especializada que ayuda a ahorrar muchos costes. 

Por ejemplo, sabemos que al menos la mitad de las enfermedades no transmisibles pueden prevenirse y hay cinco medidas que nos ayudan a hacerlo: nada de tabaco, muy poco alcohol, buena alimentación, actividad física y reducción de la contaminación atmosférica. Las cooperativas pueden trabajar en todas estas áreas. En concreto, pueden ayudarnos a luchar contra la industria tabaquera, que es un agente mundial: seis empresas mundiales son responsables de ocho millones de muertes al año. Las cooperativas podrían ayudar a las comunidades agrícolas que cultivan tabaco a abandonar este sector para dedicarse a otros productos, como alimentos nutritivos. 

Por lo que respecta a la nutrición saludable, las cooperativas pueden apoyar la producción y el consumo local de alimentos sanos, lo que también mejoraría la calidad del aire al reducir el transporte.

Muchas de estas áreas están totalmente interrelacionadas, y ahí las cooperativas desempeñan un papel crucial, pero incluso a partir de los ejemplos que acabo de dar se demuestra que el movimiento cooperativo, al estar presente en tantos sectores diferentes, tiene un gran impacto en la salud mundial.

ACI: ¿Qué piensa y qué espera de la Cumbre Social Mundial?

Dr. Krech: Ahora más que nunca necesitamos el multilateralismo. Así que, en primer lugar, espero que el movimiento cooperativo contribuya a llegar a acuerdos en Doha que recalquen que los problemas mundiales están interrelacionados. No podemos buscar soluciones de ámbito nacional. Yo abogo por una visión «glocal», es decir, analizar problemas mundiales y encontrar soluciones locales, y justamente eso es lo que las cooperativas pueden hacer y están haciendo.

Cuando pienso en la primera Cumbre Social de Copenhague de los años 90, me doy cuenta de que muchos de los problemas actuales ya se conocían entonces. Muchos de los problemas a los que nos enfrentamos hoy se conocían cuando el Club de Roma elaboró su primer informe en 1972. La diferencia ahora es que contamos con los conocimientos necesarios para abordar los desafíos y plasmarlos en políticas. Pero, por supuesto, esto va en contra de unos pocos (pero muy poderosos) intereses comerciales: las industrias del tabaco y el alcohol, las grandes azucareras, la industria de la comida basura y también la industria del carbono. Pero existen también muchos otros intereses en el mundo, puesto que aspiramos a una sociedad basada en economías del bienestar, en la que el desarrollo de nuevas tecnologías que produzcan mejor salud y bienestar generaría muchos beneficios.

Tengo la esperanza de que ahora que la clase política ve un riesgo enorme de agitación social, de más guerras, elijan opciones para un mundo más pacífico, más sano y más respetuoso con el medio ambiente. La opción está ahí. Ya nadie puede decir: «Vaya, no lo sabíamos». Sabemos, podemos y, por tanto, debemos.

ACI: El tema del #AIC2025 es «Las cooperativas construyen un mundo mejor». En su opinión, ¿cómo están trabajando las cooperativas para construir un mundo mejor en el ámbito de la salud y el bienestar?

Dr. Krech: Siendo un modelo de negocio basado en personas que conocen a personas, y personas que trabajan con personas. Así se crea un sentimiento de sentido y de pertenencia, que a su vez crea bienestar. Así que, si ese es el objetivo principal, volvamos a las raíces de las cooperativas y proyectémoslas hacia el futuro.

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