El pasado 25 de noviembre, el Comité de Equidad de Género de la ACI conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con la celebración de un webinario para visibilizar la lucha de las cooperativas contra la violencia de género en sus comunidades.
Más de 65 participantes de todo el mundo se incorporaron a este evento digital en apoyo a la campaña de la ONU «ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas».
Xiomara Nuñez de Céspedes, presidenta del CEG de la ACI, ha explicado que la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 de Noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer para conmemorar el asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal, ejecutadas por orden del dictador Dominicano Rafael Trujillo.
Paz Arancibia Román, especialista de género de la OIT para América Latina y el Caribe, señaló que la violencia y el acoso son fenómenos muy extendidos en el mundo y que afectan a todas las personas, pero algunos grupos son especialmente vulnerables.
Anunció que la OIT tiene previsto emprender un estudio para medir el impacto económico de la violencia y el acoso en el mundo. Habló también del Convenio núm. 190 y la Recomendación núm.206 sobre violencia y acoso, la primera normativa laboral internacional en ofrecer un marco común para prevenir, reparar y eliminar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, incluyendo la violencia de género y el acoso.
Priti Patel, de la cooperativa de crédito Gujarat Mahila (India), compartió la experiencia de su entidad con la resolución de conflictos. Explicó que, a pesar de la aprobación de derechos especiales, como el derecho a un salario igualitario, a un lugar de trabajo libre de acoso, a un hogar libre de violencia doméstica o a asistencia legal gratuita, en India persiste la violencia contra las mujeres.
Añadió que este tipo de violencia suele tiene su origen en conflictos socioculturales, condicionamientos y estereotipos de roles y responsabilidades de género, pobreza y falta de educación. Para abordar estos problemas, las cooperativas prestan apoyo socioeconómico a las personas afiliadas y ofrecen un servicio de resolución de conflictos.
La profesora Esther Gicheru, presidenta de la CEG de ACI-África, analizó algunos casos prácticos de cooperativas que combaten la violencia contra mujeres y niñas en su región. Según explicó, la violencia de género que sufren las mujeres africanas se deriva de las barreras de género a la propiedad de tierras, los derechos de sucesión y el acceso al crédito.
Un ejemplo es la WOLPNET (red de mujeres de Liberia por la paz), que ha ayudado a 45 mujeres vulnerables y 65 damnificadas por la guerra del distrito liberiano de Maimu Salala a crear cooperativas agrícolas y aumentar así su poder adquisitivo, dentro de un proyecto respaldado por la Agencia de Desarrollo Cooperativo de Liberia. Asimismo, en Mozambique, un proyecto del Instituto de Investigación, Defensa y Ciudadanía ha ayudado al empoderamiento económico de 2197 mujeres rurales mediante su organización en 83 cooperativas.
Según explicó la profesora Esther Gicheru, al organizar a las mujeres en torno a su trabajo no solo se las empodera para enfrentarse a sus problemas laborales, sino también a los asuntos domésticos y sociales en general. Gicheru añadió que todas las actividades cooperativas deberían tener perspectiva de género, incluyendo la planificación, aplicación, control y evaluación del trabajo, así como las conclusiones que se extraen de sus resultados.
María Eugenia Pérez Zea, vicepresidenta del CEG de la ACI, destacó también el trabajo de concienciación sobre la violencia de género que realizan las cooperativas y el Comité de Equidad de la ACI, organizando webinarios, celebrando marchas e interactuando con las autoridades y gobiernos para que se aplique la ley y se castigue a los agresores, entre otras acciones.
Chitose Arai, presidenta del Comité de Mujeres de la ACI Asia-Pacífico, señaló que en muchos países están aumentando los conflictos y la violencia contra las mujeres. En enero de 2022, el Comité de Equidad de la ACI para la región de Asia-Pacífico presentó una recomendación al Comité de Identidad de la ACI para que se incluyera la paz y la no violencia entre los valores cooperativos. Las cooperativas de la región cuentan con varios programas para el empoderamiento de las mujeres. Por ejemplo, la Fundación PEKKA (Indonesia) tiene un programa de empoderamiento legal para cooperativistas, que da acceso a servicios legales a las víctimas de violencia de género. Del mismo modo, Mirai, la cooperativa de consumo más grande de Japón, ha ayudado a recaudar fondos para mujeres de la región de Fukushima que han sufrido los efectos de la Covid-19 y también para víctimas de violencia de género.
Katia De Luca, presidenta del grupo de trabajo de Equidad de Género de Cooperatives Europe, ha compartido también las buenas prácticas en Europa, incluyendo la Carta por la Igualdad de Género que adoptó su oficina en 2020. El documento, que fue aprobado por la Asamblea General de Cooperatives Europe, recoge el compromiso por reforzar sus actividades contra la brecha de género y hace un llamamiento a sus integrantes para que apliquen los 10 compromisos en sus respectivas organizaciones.
Las cooperativas de mujeres de Turquía están recibiendo apoyo de la Organización para la Agricultura y Alimentación (FAO) para empoderar a las personas refugiadas. Por su parte, Legacoop organiza campañas en Italia para concienciar sobre la violencia de género y el acoso.
Alessandra Brogliatto, miembro del Comité Ejecutivo del CEG de la ACI, habló de una iniciativa de las cooperativas minoristas italianas, «Coop dice No a la violencia». También se refirió a la campaña «Set the tone» (marca el tono), promovida por organizaciones de economía social y solidaria de Italia, Bélgica, Polonia, Eslovenia y España, que tiene el objetivo de influenciar la mentalidad y los hábitos de empleadores y empleados con respecto a los estereotipos de género y el acoso sexual.
Puedes ver el webinario en inglés aquí y en español aquí.