La Alianza Cooperativa Internacional y el Co-operative College UK han presentado dos eventos únicos en línea para celebrar el 25 aniversario de la revisión de la Declaración de Identidad Cooperativa. Estos eventos, presentados bajo el título “Conversaciones cooperativas", han consistido en varios debates en directo entre cooperativistas de distintas partes del mundo, muchos de los cuales contribuyeron a la elaboración de la Declaración de Identidad Cooperativa, los valores éticos y cooperativos y los siete principios cooperativos.
Recordar el pasado para construir un futuro mejor
En el primer evento, que se celebró el 21 de septiembre, hubo un animado debate sobre la relevancia de la identidad cooperativa en el mundo actual, la importancia de adaptarse a las necesidades cambiantes y la urgencia de garantizar y priorizar la inclusión y la diversidad.
La declaración de 1995 fue redactada por un grupo de colaboradores bajo la supervisión del difunto profesor Ian MacPherson y revisada por el Consejo de Administración de la ACI, con aportaciones de los movimientos cooperativos de todo el mundo. El proceso duró muchos años.
El presidente de la ACI, Ariel Guarco, inauguró el evento con un mensaje de video a la audiencia.
Ana Aguirre, fundadora y propietaria de la cooperativa vasca Tazebaez, recalcó que no basta con hablar sobre identidad y valores cooperativos; el movimiento también debe dar ejemplo de cómo poner en práctica esos valores.
"El principal motivo por el que las cooperativas no están más extendidas es que no se enseñan en los colegios ni en las universidades", añadió. "Nos falta gente de muchos orígenes distintos: raciales, generacionales, etc. El primer paso para poder integrar a otros colectivos es dar a conocer nuestro modelo".
Según Mary Nirlungayuk, de la cooperativa Arctic de Canadá, para mantenerse fiel a los valores y principios cooperativos fue indispensable incluir a las distintas culturas, fomentando el pensamiento independiente y preservando la autonomía.
A continuación se expresaron impresiones similares acerca del movimiento cooperativo entre los jóvenes. Hilda Ojall, miembro de la Red de Juventud de la ACI-África, subrayó la importancia de involucrar a los jóvenes no solo con educación, sino también con acciones tangibles.
Sir Graham Melmoth, antiguo presidente de la ACI, comunicó lo siguiente en un mensaje por escrito: "La declaración en sí misma es una encapsulación de los objetivos y principios cooperativos, y es bueno que tenga un formato tan manejable, ya que nos facilita a todos una definición práctica de lo que es una cooperativa".
Durante la conversación, la Dra. Cilla Ross, directora del Cooperative College de Reino Unido, recordó a la mesa y a los asistentes que los cooperativistas deben ser flexibles en su interpretación de la identidad cooperativa, de manera que refleje lo sucedido en los últimos años y pueda atraer a nuevos miembros de fuera del movimiento.
Akira Kurimoto, presidente del Comité de Investigación de la ACI Asia-Pacífico, recordó que el año 1995 fue un punto de inflexión para el movimiento cooperativo. Explicó que en los años 80 las cooperativas no se consideraban una opción viable para el desarrollo, pero que la ONU cambió esta actitud tras formalizarse la Declaración de Identidad y terminó por adoptar las directrices de las Naciones Unidas sobre cooperativas y la Recomendación 193 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la promoción de las cooperativas.
Esto se puso de manifiesto cuando Alessia Bellino, de la cooperativa Gulliver del norte de Italia, describió las cuentas anuales de su cooperativa en 2019, demostrando el valor cuantificable de la identidad cooperativa y sus siete principios.
Jean-Louis Bancel, presidente de la cooperativa francesa Crédit Cooperatif y vicepresidente de la ACI en Europa, recordó la importancia de tener la acción climática, la digitalización y el capital de los miembros.
"Universal no quiere decir uniforme. Tenemos que aceptar el debate, la polémica, para estimular estos asuntos", explicó, y añadió que el principio de neutralidad no debe conllevar que el movimiento sea indiferente a las injusticias.
Por su parte, Martin Lowery, presidente del Comité de Identidad Cooperativa de la ACI, defiende que los principios deben ir cambiando con el tiempo, y que hay que asegurarse de que el lenguaje que se usa en los principios sea lo más inclusivo posible.
"La Declaración de Identidad es un intento de crear inclusión global, pero al mismo tiempo debe reflejar la diversidad entre nosotros", señaló.
Sin embargo, el director de la Fundación de Patrimonio Cooperativo (Cooperative Heritage Truste) en Reino Unido, Mervyn Wilson, que ayudó a redactar la declaración, sostiene que ésta refleja una "identidad cooperativa compartida transparente", y advirtió del peligro de "alterarla". Según explicó, el lenguaje que usa ya es inclusivo y deja margen para la interpretación, pero añadió que la flexibilidad puede venir de las notas orientativas que se adoptaron en 2015.
"Podemos continuar este debate conforme se acerca el Congreso Cooperativo Internacional de 2021 en Seúl, y debemos ir más allá de la estructura formal de la ACI", añadió Martin Lowery.
El impacto de la identidad y la normativa cooperativa
Durante el segundo evento que tuvo lugar el 22 de septiembre, los ponentes analizaron el impacto de la Declaración de Identidad en la normativa y legislación, poniendo el acento en la Recomendación 193 de la OIT sobre la promoción de las cooperativas.
El director general de la ACI, Bruno Roelants, dedicó dos años a coordinar el grupo de negociación cooperativa para la Recomendación 193 de la OIT. La recomendación anterior de la OIT de 1966 (la R127) trataba el papel de las cooperativas únicamente desde el punto de vista de los países desarrollados.
"La Declaración de Identidad es una fuente fundamental de legislación y normativa, porque es un conjunto de normas operativas", señaló, y añadió que la declaración también podía ayudar a los legisladores a diferenciar los distintos tipos de cooperativas.
"La recomendación de la OIT ayudó a cambiar la percepción sobre las cooperativas, y a día de hoy este documento sigue siendo actual. Contribuyó a recuperar las ideas cooperativas en todo el sistema de la ONU", indicó Hagen Henri, antiguo director de la unidad COOP de la OIT y profesor adjunto de derecho comparativo en la Universidad de Helsinki.
Los ponentes también recalcaron la necesidad de incluir a las cooperativas en los planes de estudio de los colegios y universidades de todo el mundo.
Dante Cracogna, profesor de derecho mercantil en la Universidad de Buenos Aires y presidente del Comité de Derecho Cooperativo de la ACI-América, considera que la declaración es un documento de referencia muy valioso para los legisladores. Según explicó, el principio cooperativo nº 4 (sobre autonomía e independencia) puso fin a la interferencia del Estado en las cooperativas.
Anna Biondi, subdirectora de la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV) de la OIT, defiende que la recomendación de la OIT fue “extremadamente progresista”, puesto que acercaba la normativa laboral a la dimensión democrática de la propiedad y la representación.
Sin embargo, agradecería que incluyera más referencias al género. "Es necesario seguir ampliándolas, o al menos comprobar cuál es la realidad de la participación igualitaria en los procesos de toma de decisiones", añadió.
Por su parte, el profesor Henry sostuvo que las cooperativas deben seguir presionando a los legisladores para que aprueben leyes cooperativas a nivel nacional que continúen el camino iniciado por la Declaración de Identidad y la recomendación de la OIT.
"Todavía no hemos llegado a ese punto, pero avanzamos en la dirección adecuada", declaró.