La Asociación Internacional de Bancos Cooperativos, una organización sectorial de la ACI, está compartiendo los resultados de dos estudios que ha realizado recientemente:
Metas y objetivos para el desarrollo sostenible: Aportación de los bancos cooperativos
El objetivo de este estudio era determinar la aportación de los bancos cooperativos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS). El estudio se llevó a cabo en el marco de un proyecto más amplio de la ACI sobre los ODS de la ONU, y propone la creación de indicadores específicos para medir la aportación de los bancos cooperativos a los ODS durante la próxima década. Los ODS tratan problemas mundiales de desarrollo, como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático, el deterioro medioambiental, la paz y la justicia. Los 17 ODS están interconectados y deben ir de la mano de estrategias que generen crecimiento económico y aborden una serie de necesidades sociales y ambientales. Este estudio no pretende abarcar todos los ODS, sino determinar los prioritarios para el sector cooperativo.
Normativa y sostenibilidad de los bancos cooperativos: Un estudio transnacional
Este estudio recoge información sobre la creación, regulación, papel, cuota de mercado, aportación e importancia de los bancos e instituciones financieras cooperativas en África, Asia-Pacífico, Norteamérica y Europa.
Los bancos y las instituciones financieras cooperativas juegan un papel importante en los sectores bancarios de estos países y su cuota de mercado en banca oscila entre el 5 y el 40 por ciento. La normativa de estos bancos varía, pero en general los bancos cooperativos suelen estar más regulados que las cooperativas de crédito. Dentro de este panorama general, la normativa es distinta en cada país, y parece se deriva proporcionalmente de la que se aplica a los bancos comerciales y a los sistemáticamente más importantes.
El estudio demuestra la falta de comprensión de los legisladores sobre la necesidad de crear normas adecuadas a los bancos cooperativos, e indica que casi todos los legisladores parecen querer llevar a los bancos cooperativos hacia la consolidación y convertirlos en un modelo «demasiado grande para caer». Esto ha dado lugar a la desmutualización de las grandes cooperativas y a que sus miembros se distancien de ellas.
En muchos países, esta normativa genera tensión para los bancos cooperativos, porque no juegan en igualdad de condiciones. Están sometidos a la presión de alcanzar los márgenes y asumir el creciente coste de cumplimiento. El estudio defiende que, en vez de aplicar unas normas únicas para todos, estas deberían ir vinculadas a la cuota de mercado, gama de negocios, garantía de depósitos, tamaño, contribución a la inclusión financiera, rendimiento en algunas áreas clave de gestión de riesgos y planes de futuro. También sostiene que, para ayudar a los bancos cooperativos más pequeños, estas instituciones podrían situarse fuera del ámbito de la normativa hasta que alcanzaran un nivel de negocio determinado. Del mismo modo, el estudio subraya la importancia de que haya bancos cooperativos fuertes para mantener la estabilidad financiera y para poder adoptar el principio de proporcionalidad en la regulación de la banca cooperativa.